
Arte y hombre son indisolubles. El lenguaje artístico nace de un impulso vital, de la necesidad del ser humano por expresar sus ideas, sentimientos y emociones. Mediante el arte el hombre es capaz de dar a conocer su manera particular de entender el mundo, no necesariamente mostrándonoslo tal como es, sino transformándolo e interpretándolo; es decir, creando. El proceso creativo es de hecho uno de los elementos más importantes que existen en el arte, haciendo que se vuelva mucho más importante y vital de lo que podemos llegar a imaginar. Por todo ello, no deja de sorprender como estos procesos de creación marcan un antes y un después en la mayoría de autores.
Paul Klee, en uno de sus escritos, hacía un símil entre la creación artística con el crecimiento de un árbol. La imagen de esta entrada es justamente una obra suya. El artista decía que de la misma manera que un árbol hundía sus raíces en la tierra, dejando que la sabia le penetrara y ascendiera alimentando el tronco, ramas y hojas, el artista, mediante su actividad, era capaz de extraer la belleza de la naturaleza para alimentar la vida del ser humano, porqué la vida sin arte, sería una vida tan desolada, como podría serlo, un mundo sin árboles.
De la misma manera que el lenguaje oral o escrito puede limitarse a su territorio, el lenguaje del arte es capaz de viajar, sin problemas, a través del tiempo y el espacio. Bajo esta premisa, el arte se convierte a nuestros ojos en un lenguaje universal y eterno. Que puede ser transmitido de generación tras generación sin mayores dificultades, enseñando y acercando la cultura a aquellos que quizá la habían dejado de lado en algún momento de la historia.
Aunque el arte contemporáneo difiere de la visión conservadora y tradicional que podamos tener, heredada de la historia, la multiplicidad de formas en las que se nos presenta el arte hoy en día no ha hecho más que enriquecer su lenguaje. Un campo apasionante dónde podemos encontrar todas las contradicciones del mundo moderno, y que por tanto, son una puerta de entrada a la crítica y la reflexión sobre nuestro mundo actual.
El campo de las Bellas Artes se ha abierto y sus fronteras se han vuelto difusas, el arte que podemos ver o crear en la actualidad no se limita a la técnica, se nutre de otras disciplinas entre las que podemos destacar la filosofía, política, antropología, sociología o psicología. Esta forma de trabajar el arte, con perspectiva integradora e interdisciplinar, siempre ayuda a conseguir que todos aquellos que quizá no se habían sentido interpelados por el arte, ahora lo hagan, dejando sus miedos de lado y mejorando todo aquello que pensaban que ya estaba olvidado.
El arte de hoy es un arte para pensar, no sólo para contemplar. El arte de hoy es filosofía. Y por ello no puedo más que daros la bienvenida. Bienvenidos a la sección de arte de MolaCantidubi, un pequeño lugar de encuentro en el que esperamos, lleguéis a sentiros a gusto. Además, esperamos que podáis aprender y disfrutar a partes iguales, porque en el fondo de lo que se trata es eso, de que el conocimiento se aprenda deforma entretenida, haciendo que la curiosidad y la atención sean los ejes vertebradores de nuevas formas de pensar y de hacer las cosas.