
Los lípidos, también llamados grasas, son moléculas de formas muy diversas. Algunas se usan para almacenar la energía que el organismo no utiliza, se acumulan en puntos concretos gracias a su naturaleza viscosa y liberan una gran cantidad de energía en degradarse.
Por sus propiedades físicas, otros forman parte de muchas estructuras del organismo. En general son insolubles en el agua, pero solubles en disolventes orgánicos.
¿Qué se incluye dentro de los lípidos o grasas?
Se incluyen dentro de los lípidos los aceites, las ceras, los esteroides y los triacilglicéridos, siendo estos últimos los más abundantes. Los triacilglicéridos son el resultado de la combinación de glicerol (C3H8O3) y de tres ácidos grasos.
Los ácidos grasos están compuestos por 17 a 25 átomos de carbono unidos a un grupo de carboxílico (XOOH) y forman una cadena. La combinación de los diferentes ácidos grasos da lugar a los diferentes triacilglicéridos y en el curso de la reacción se generan tres moléculas de agua por cada una de grasa.
Existen dos tipos principales de ácidos grasos: los ácidos grasos no saturados (con dobles o triples enlaces entre dos carbonos consecutivos) y los ácidos grasos saturados (en los cuales el carbono están unidos por enlaces sencillos). Los ácidos grasos con diversos enlaces dobles o triples (C=C) se llaman poliinsaturados y son un ejemplo los aceites vegetales, los cuales se mantienen en estado líquido a temperatura ambiente. Las grasas saturadas son, en general, aquellas que están presentes en las grasas animales.
Las ceras, tanto de origen animal como de origen vegetal, son mezclas de diversas suatcnias y tienen como principal componente un éster de alcohol con ácidos grasos más complejos.
Los esteroides son compuestos orgánicos que tienen en común una estructura típica formada por cuatro anillos. Entre los esteroides más conocidos está el colesterol, los ácidos biliares, las hormonas sexuales y la vitamina D.