
Cuando John Lennon dijo esta frase, aún quedaban décadas para llegar al momento en que las redes sociales e internet dominan nuestro mundo.
Pero siempre me ha resultado una buena frase para resumir y hablar sobre la ansiedad reinante en la sociedad, en que cada vez más jóvenes dejan de disfrutar el momento y están más pensando en lo que harán que lo que hacen.
De esta manera, la sentencia de John Lennon nos sirve para hablar justamente de esto, de esos momentos en los que lejos de disfrutar de aquello que estamos haciendo, preferimos ya pensar en lo que haremos.
Un ejemplo muy claro lo podemos encontrar en los adolescentes, que bien están haciendo alguna actividad y están pensando en lo que harán más adelante.
Esta ansiedad vital, en cierta manera, se ha visto potenciada con las redes sociales y con internet.
No es ningún secreto, una vez que has publicado una fotografía en Facebook o Instagram, ya estás pensando en que colgarás después. De hecho, aquellos que no son activos en este tipo de redes sociales suelen ser vistos como personas extrañas, diferentes, incluso muchas veces levantan la voz de alarma: hace tiempo que no publica, ¿habrá pasado algo?
Uno de los ejemplos que más me gusta es el que sucede con las plataformas de vídeo en streaming. Netflix, Amazon, HBO… etc.
Estas plataformas se basan en ofrecer contenidos de forma continuada al espectador. No se trata de que vean las mejores películas o series, se trata de que vean series y películas sin parar.
Así, cuando estás buscando un título que quieres ver, puedes ir incluyendo otros elementos a “tu lista”, cosa que podrás ver luego sin mayores problemas.
De esta forma, sin darnos cuenta, cuando acabamos una película directamente vemos otra seguida, sin parar, sin disfrutarla.
La cosa se pone seria con las series: puedes ver temporadas enteras sin esperar.
Antes, para ver una serie debías esperar una semana o incluso más tiempo hasta el siguiente capítulo, ahora la cosa va más rápida, puedes ver temporadas enteras, un capítulo sucede a otro, sin hacer absolutamente nada.
De esta forma, nuestro tiempo se va consumiendo, pasamos de salir a tomar algo con nuestros amigos a una “maratón” de series, que, sin cesar, van consumiendo nuestro tiempo.
Otro ejemplo muy entretenido es Facebook o Twitter, donde podemos pasarnos horas y horas yendo de nuestras alertas a la pantalla de inicio. Con todo, las horas pasan, y mientras estamos allí, otros planes no se hacen realidad.
Sin darnos cuenta el fin de semana ha pasado, y volvemos a nuestra monótona vida semanal, a nuestro trabajo o a nuestros estudios, sin que hayamos podido hacer nada de provecho, sin que hayamos podido realizar aquellos planes que teníamos en la cabeza.
La modernidad, internet, redes sociales, aquellas herramientas que fueron concedidas para que pudiéramos comunicarnos y organizarnos de una manera más fácil, se han convertido en parte, en aquello que nos impide llevar a cabo nuestros proyectos.
Pero no caigamos en la trampa de pensar que las redes sociales o internet tienen la culpa de que nuestra vida vaya pasando sin más, antes de estos nuevos comedores de vida, existían otras cosas, como por ejemplo la televisión.
Muchas personas pasaron horas y horas, o incluso siguen ahora haciéndolo, delante de los monitores de televisión, consumiendo su vida mientras esperan a que acaben los anuncios y vuelven a ofrecer su serie favorita.
En ningún caso se trata de eliminar todas estas cosas buenas de nuestra vida, más bien, se trata simplemente de saber controlarnos, de dedicar el tiempo justo a cada cosa.
Como siempre, la moderación suele ser la mejor herramienta, si no nos dejamos llevar por todos aquellos comedores de vida, podemos tener una vida llena, a la vez que disfrutamos tanto de nuestras series favoritas como de internet.
Pero, ante todo, se trata de tener claro que nos hace felices, de nuestros planes, y de que por más miedo que tengamos a afrontarlos, podamos hacerlo con plenitud y soltura, siendo sin duda, un nuevo avance en nuestra forma de entender y de hacer las cosas.
En el fondo, siempre estamos hablando de lo mismo, de aquellas cosas que podemos ir haciendo poco a poco a lo largo de nuestra vida, y que nos hagan sentir bien.
No debemos tampoco olvidar que internet, las redes sociales, o la televisión, son también elementos positivos, que nos ayudan a desconectar y a tener momentos de calma y tranquilidad.
Momento que también necesitamos si queremos de vez en cuando dar un descanso a nuestro cuerpo, cosa que no nos engañemos, también es necesario.
El problema viene cuando postergamos nuestros proyectos y sueños por horas tirados en el sofá viendo aquello que no queríamos ver, simplemente dejando que pase el tiempo, y quejándonos después de que el día se nos hizo corto y estéril.