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Nada grande se ha hecho en el mundo sin una gran pasión – Hegel

Nada grande se ha hecho en el mundo sin una gran pasión – Georg Wilhelm Friedrich Hegel

 

Hegel es conocido en el ámbito de la ciencia política por sus teorías sobre la dialéctica, donde establece diferentes hipótesis sobre la evolución de la historia y los cambios que van sucediendo en la misma.

No sabemos si sus ideas también las concibió para que las utilizáramos en nuestro día a día, pero sus planteamientos son altamente interesantes para que reflexiones sobre ello.

Hegel venía a decir que la historia de la humanidad no son cambios bruscos aleatorios, que más bien es un proceso histórico, en el que poco a poco se van sumando cambios, y que por tanto todo es una evolución.

Tiene bastante sentido. No se inventa de golpe una vacuna contra una enfermedad mortal, más bien se van haciendo descubrimientos que se basan en trabajos anteriores hasta que se llega ese nuevo hito, y ese descubrimiento nuevo no deja de ser la base para el siguiente paso que ni tan solo sabemos cuál es.

Estos conceptos, aplicados a nuestra vida y existencia vital pueden ser provechosos. Si pensamos que todo lo que nos sucede no es por un hecho aleatorio, sino más bien un proceso amplio que nos lleva a acumular pequeñas etapas y que desenlazan en una transformación mayor, podemos afrontar la vida con una visión diferente.

Cuando Hegel nos decía que nunca nada se ha hecho sin pasión, en el fondo lo que nos quiere decir es que, si no damos importancia a lo más pequeño, no podremos llegar en ese proceso que es la vida, al siguiente nivel.

Los grandes cambios de la humanidad, los grandes cambios personales, siempre se han hecho con pasión, lo que muchos han llamado locura, obsesión y cabezonería, muchas veces han sido simple y pura pasión.

La pasión, por tanto, puede ser un elemento, si se utiliza bien y de forma sensata, central de nuestra vida, un combustible que nos haga llegar más allá, que nos ayude a mejorar día a día, y que nos permita ir quemando etapas para ser mejores.No se trata de que, de un día para otro, en un cambio del destino, en una jugada maestra de la divina providencia, consigamos aquello que queremos.

Más bien, se trata que, con pasión, ganas, perseverancia y mucho trabajo, propiciemos la situación en la que sean posibles esos cambios.Solo debemos reflexionar a nuestro alrededor para entender el concepto de pasión de Hegel, y darnos cuenta de su potencia y de su fuerza en nuestra vida diaria. Por ejemplo, los niños pequeños, muchas veces hacen cosas asombrosas, porque tienen una pasión, una energía y unas ganas tremendas en ello.

En cambio, los cínicos mayores, atestados por los diferentes golpes de nuestra vida, ya hemos agotado muchas veces esa pasión y ganas, esa inocencia en las cosas que si tienen los más pequeños.

Por tanto, si realmente queremos ser relevantes en un campo, en una empresa, en un equipo, o en cualquier cosa, debemos mostrar pasión por ello, tener pasión en cada parte de nuestro cuerpo, y conseguir ir mucho más allá.

Pero no nos engañemos, muchas veces es complejo que tengamos pasión por todo, o que esa pasión la podamos construir de forma artificial, la mayoría de veces, es mucho más fácil centrarse en aquello que realmente nos apasiona, y por tanto en lo que seguro que acabaremos siendo relevantes.

Muchas personas quieren que sus hijos estudien carreras en la universidad que proporcionan grandes trabajos futuros, o que piensan que lo harán, y no se dan cuenta de que el principal objetivo debe ser que sus hijos muestren y tengan pasión en aquello que hacen, y tener pasión en algo que no te gusta puede ser un gran problema.

La mayoría de estudiantes que fracasan, lejos de no ser capaces de forma intelectual, lo hacen porque aquello que estudian no les apasiona en absoluto. En esta era de internet, son muchas las experiencias de grandes emprendedores que fracasaron en sus estudios reglados, y lo hicieron porque les obligaron a estudiar aquello que no tenía ningún interés para ellos.

Hegel, de estar vivo y gastar su valioso tiempo con nosotros, nos diría que la mejor opción es aquella que nos apasiona, porque realmente no se trata de escoger una cosa u otra, en el caso del ejemplo de los estudios universitarios es fácil, más bien de aquello dónde seremos relevantes.

Aplicando un poco más el ejemplo, no hay estudios que tengan más salidas laborales que otros, más bien, los mejores de cada una de las disciplinas conseguirán los mejores puestos, porque al tener pasión, al ser los mejores, serán los más valiosos. Por eso, siempre es mejor escoger aquello que nos apasiona.

Dicho esto, tampoco debemos dejar que los pájaros entren en nuestra cabeza. Incluso en aquella cosa que más te apasione en la vida, tendrás elementos y circunstancias que no querrás hacer, por pereza, por aburridas, por mil aspectos.

Tampoco se trata de hacer solo aquello que nos apasiona y dejar lo demás de lado. En el ejemplo universitario puede ser que un estudiante no tenga ningún tipo de pasión por estudiar, pero debe hacerlo para conseguir una mejor formación, la cuestión está en que debe encontrar su lugar, aquello que le apasione, no dejar de hacer lo que toca hacer.

En la autoayuda moderna hay siempre un problema grave, y es pensar que las personas solo debemos hacer aquello que nos apetece. Eso es un comportamiento hedonista que dista mucho de la realidad.

Cuando Hegel nos habla de pasión, no omite en ningún momento que en la vida habrá momentos duros, momentos aburridos, y momentos en los que toque apretar dientes y seguir, esos momentos también son parte de ese proceso de mejora, de sumas, que hará que lleguemos al siguiente nivel.

De hecho, la mayor dificultad de la pasión, es encontrar aquello que nos apasione.

Por eso, que te dejes llevar por la pasión, no es excusa para que también haya que tocar de pies a tierra, y hacer aquellas cosas que, aunque parecen desagradables en un primer momento, si miras en perspectiva vital, no son para tanto, y de hecho, son un paso natural a otra estación.

El mejor ejemplo es aquel tren que nos lleva a ver una persona que hace tiempo que no vemos, y que nos morimos de ganas de ver. El tren irá parando por diferentes estaciones que no nos importa para nada, que podría pasarse, pero esas paradas son parte del proceso para llegar a nuestro objetivo deseado.