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No te preocupes, el peor día de tu vida solo durará 24 horas. Anónimo

Algunas frases interesantes no siempre tienen un autor detrás, existen muchas frases hechas, dichos o simplemente conocimientos que se han ido pasando de generación tras generación sin saber bien quien es el autor original.

Uno de estos casos es esta frase, que siempre me ha resultado curiosa. Con ella, podemos tocar un tema muy interesante, que es justamente el dolor y la forma de afrontarlo.

Normalmente tenemos días malos, buenos o estériles, de aquellos que simplemente pasan sin mayores contratiempos, son los que si nos preguntan respondemos “normal”.

Los tres tipos de días, con sus diferentes grados, tienen 24 horas de duración. Así, aunque no lo creamos, cualquier bueno malo o estéril día durará exactamente lo mismo.

Es cierto es que, como buenos humanos, queremos que los buenos momentos se alarguen lo máximo posible, y en cambio, aquellos malos momentos se limiten lo más posible, pero no es bien bien así.

Por tanto, si estás teniendo un mal día, piensa que como máximo durará 24 horas, y que al final se convertirá en otro nuevo día, con posibilidad de que ya no sea malo.

Es quizá una técnica muy simple, pero suele dar muy buenos resultados para intentar limitar el daño emocional que nos podemos llegar a hacer sin darnos cuenta.

Al final, se trata de protegernos, y de hacer que aquellos instantes y experiencias malas que nos van a suceder antes o después, las podamos pasar de forma más cómoda, aceptando que en la vida pasan cosas malas, y que no debemos dramatizarlo en exceso.

Curiosamente, las frases anónimas nos pueden recordar una de las cosas que más nos cuenta a las personas: no somos únicos.

Con milenios a sus espaldas, siempre ha sucedido lo que a ti a alguien, es cierto que quizá haya excepciones, pero el 98% de los desastres vitales a los que te enfrentarás en tu vida ya los ha sufrido otra persona de forma anterior.

Lo que nos viene a indicar esta sabía frase anónima es que todo acaba pasando, que debemos tenerlo en cuenta para siempre minimizar las cosas, y que, en el fondo, es una suerte que las cosas sean así, nos permiten irnos a la cama y despertarnos en otro día nuevo con posibilidades de que este nuevo día sea bueno o estéril.

Quizá es una visión muy simple y superficial, cierto, pero no siempre debemos enfrentarnos a los retos vitales con extrañas e intrincadas técnicas psicológicas, normalmente todo es mucho más mundano.

Otra de las cosas de las que nos permite hablar esta fabulosa frase, no deja de ser de convertir en oportunidades las crisis, así, si estamos ante un mal día, siempre sabemos que este acabará en un periodo concreto de horas, cosa que hará que no se alargue nuestra agonía para siempre.

Decía un famoso blog de internet, que una de las mejores técnicas que podías hacer para comprobar que tu vida no es tan mala como parece es anotar cada fin de día como te has sentido las últimas 24h.

Así, al cabo de unos meses, si eres riguroso, te darás cuenta que estadísticamente el 80% de los días son estériles, y que el 20% restante se reparte a partes iguales entre buenos y malos días.

Por tanto, si en el fondo solo estamos afrontando dolor un 10% de nuestro tiempo, podemos simplemente asumir que eso pasará en nada, y volveremos a nuestros maravillosos estériles días, esos que nos dan calma, tranquilidad y sosiego.

La sabiduría que pasa de generación a generación sin que nos percatemos, y que nos ofrece sabiduría, muchas veces en cantidades difíciles de asumir y de procesar.

Quizá al llegar a estas líneas estés en un mal día, o quizá en un buen día, pero seguramente, en un 80% de posibilidades, estarás en un día estéril.

De hecho, la frase que hemos comentado lo que nos indica, es que sin lugar a dudas, tu día se acabará en menos de 24h, haya sido como haya sido, y que después, tienes otro día para intentar que esas horas que vienen, se conviertan en parte de ese 10% de días felices.

En el fondo, la vida, nos da posibilidades casi eternas para intentar ser felices y apartar el dolor de nosotros.