
Charles Chaplin fue uno de los actores más influyentes de principio del siglo XX, sus películas de humor iban más allá y marcaron para muchos reflexiones y momentos inolvidables.
Pasados casi 100 años de sus primeras obras, es curioso ver como muchas de sus reflexiones aún son hoy aplicables, ante todo sus películas con un trasfondo claramente anti belicista.
Pero de sus muchas frases célebres me gustaría comentar esta, que es en el fondo un pequeño alegato sobre la forma en que debemos encara la vida. Chaplin, positivo y alegre, nos hace reflexionar de forma acertada sobre la forma en la que encaramos las cosas.
Es evidente que durante toda nuestra vida nos van a pasar cosas malas, y que tener una actitud permanentemente positiva es más bien ingenuidad que no salud mental, pero es también cierto que muchas veces pecamos de ver la parte mala a las cosas, y también existe una parte positiva.
Por eso, en esta frase se nos recuerda que es importante tener una actitud alegre con el mundo, para que el mundo nos devuelva una actitud positiva a nosotros.
No se trata de la ingenua idea mágica de que si somos alegres y positivos todo nuestro entorno se volverá alegre y positivo, pero sí que hay algo de cierto en estas aseveraciones, en el sentido que muchas veces acabamos teniendo aquello que proyectamos.
Es evidente que, si somos unas personas pesimistas, taciturnas y siempre negativistas nuestro entorno acabará siendo parecido a estas actitudes, y que, por tanto, si afrontamos la vida de una forma más positiva tenemos más posibilidades de que nuestro entorno también lo sea, reforzando nuestra existencia.
En la vida existen máximas. Todos estamos de acuerdo en que la guerra y la violencia son cosas negativas y no deseables. Pero entre lo más negativo y lo más positivo, existen miles de tonalidades de colores, no debemos estar en una u otra punta, podemos estar tranquilamente en posiciones intermedias, que se vayan adaptando a nuestra forma de ser y de ver las cosas.
Pero en el fondo, siempre estamos dando vueltas a lo mismo, la forma en que debemos afrontar las situaciones que se nos presentando, y una perspectiva positiva siempre puede ser mucho menos dolorosa.
En ningún momento se trata, como ya hemos hecho hincapié en otras frases, de omitir nuestras responsabilidades, y mucho menos no ser conscientes de las cosas malas que pasan en el mundo, pero una actitud menos pesimista nos ayudará a hacer más llevadero el sufrimiento inevitable que tendremos en algunos momentos de la vida.
Si hacemos caso a Chaplin, y sonreímos más a la vida, podemos relativizar más nuestros problemas, incluso los más graves, y hacerlos más llevaderos, centrando nuestra existencia en la felicidad y no en el sufrimiento.
Chaplin, por tanto, nos está dando una pequeña técnica muy efectiva, y es que, si queremos cosas positivas, que el mundo nos “sonría” debemos poner de nuestra parte, y si no lo hacemos, tendremos justamente el contrario de lo que deseamos o estamos buscando.
No son normas escritas, no funcionan de forma automática, pero sonreír a la vida y a nuestro entorno, también puede ayudar a que esa felicidad llegue más rápida.
Uno de los principales problemas de los adolescentes con sus padres suele ser el estado permanente de mal humor producido por sus disputas mentales internas, una actitud más positiva y de menos mal humor suele ser suficiente para que el ambiente mejora en casas y se solucionen muchos problemas.
Quizá el reír no sea la solución para todo, pero es un estupendo engrasante para que todo aquello que nos pueda costa sea mucho más fácil, y por tanto, si tenemos ante nosotros la posibilidad de hacer las cosas un pelín más fáciles, no debemos porque renunciar a ello, y menos de forma consiente.
Una gran frase de un personaje totalmente esencial para entender nuestra sociedad y nuestra forma de ver las cosas en la actualidad.